Estoy fuera del entorno, y no importa nada,
Pareciera que toda la gente está hueca,
Que necesitan de algo o alguien más para poder subsistir,
O algo que ayude a tener a alguien al lado…
Yo no tengo a nadie… ni tengo un lugar… ni lo tendré…
Tampoco lo quiero… no me quiero apegar a lo que no es mío, porque nada tengo y así será…
Mi alma está en decadencia, y sé que el estado pasará,
Dejaré de existir por un momento, solo por uno eterno…
Para aquello que me he entregado estúpidamente, aquello que no vale la pena, mi pena…
No me arrepiento y sé que lo volvería hacer, pero la sensación de vacío que queda no volverá.
Me quedo con lo afable que robé de ello, en esas existencias que di… me robaron demasiado, de lo que nunca tuve…
Por las ventanas del alma se quiere escapar una fuga, y está fluyendo, será todo ese fluido que no saqué en su momento, por mera soberbia… hoy… y solo hoy dejaré que se emanen y se larguen.
Porque lo que me ha tocado, la gran parte… no vale nada, está hueco, vacío, hay algunos que me abominan, que creen tener algo por ser multitud, a mí no me han irritado, su valentía no es más que simple debilidad, sin espíritu.
Se me ha olvidado que aquello a lo que me abro falsea y vuelvo a presionar la misma teoría,
Tatuar el no esperar…
Esto que la colectividad, y yo, habitamos, está desgastado, se continúa en una mentira, bendito el día en que la verdad ya no estuvo al alcance de todos, por aquellos egoístas, se estuvo en crisis y se sigue estando, que siga oculta.
Ahora yo después de estar tan expuesta, oculto mi interior por nadie, por aquellos que me odian y aquellos a los que amé, por los toman el desgaste a su favor, tras una faceta fría que a veces se diluía y fue tomada luego ignorada.
Seguiré en ningún lugar, por nadie, ya no tengo ningún deber… dejaré de ser esclava de mi misma.
En pie.